sábado, 31 de marzo de 2007

LEÓN FELIPE (España 1884-1968)

Como tú...

Así es mi vida,

piedra,

como tú. Como tú,

piedra pequeña;

como tú,

piedra ligera;

como tú,

canto que ruedas

por las calzadas

y por las veredas;

como tú,

guijarro humilde de las carreteras;

como tú,

que en días de tormenta

te hundes

en el cieno de la tierra

y luego

centelleas

bajo los cascos

y bajo las ruedas;

como tú, que no has servido

para ser ni piedra

de una lonja,

ni piedra de una audiencia,

ni piedra de un palacio,

ni piedra de una iglesia;

como tú,

piedra aventurera;

como tú,

que tal vez estás hecha

sólo para una honda,

piedra pequeña

y

ligera.

Sé todos los cuentos

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.

Canción marinera

Todos somos marineros,
marineros que saben bien navegar.
Todos somos capitanes,
capitanes de la mar.

Todos somos capitanes
y la diferencia está
sólo en el barco en que vamos
sobre las aguas del mar.

Marinero, marinero;
marinero... capitán
que llevas un barco humilde
sobre las aguas del mar...
marinero...
capitán...
no te asuste
naufragar
que el tesoro que buscamos,
capitán,
no está en el seno del puerto
sino en el fondo del mar

Romero sólo...

Ser en la vida
romero,
romero sólo que cruza
siempre por caminos nuevos
ser en la vida
romero,
sin más oficio, sin otro nombre
y sin pueblo...
ser en la vida
romero... romero... sólo romero.
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo...
pasar por todo una vez,
una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero.

Que no se acostumbre el pie
a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa,
ni la losa de los templos,
para que nunca recemos
como el sacristán
los rezos,
ni como el cómico
viejo
digamos
los versos.

La mano ociosa es quién tiene
más fino el tacto en los dedos,
decía Hamlet a Horacio,
viendo
cómo cavaba una fosa
y cantaba al mismo tiempo
un
sepulturero.
- No
sabiendo
los oficios
los haremos
con respeto-.
Para enterrar
a los muertos como debemos
cualquiera sirve, cualquiera...
menos un sepulturero.
Un día todos sabemos hacer justicia;
tan bien como el rey hebreo,
la hizo
Sancho el escudero
y el villano
Pedro Crespo...
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo...
pasar por todo una vez,
una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero.

Sensibles
a todo viento
y bajo
todos los cielos,
Poetas,
nunca cantemos
la vida
de un mismo pueblo,
ni la flor
de un solo huerto...
Que sean todos
los pueblos
y todos
los huertos nuestros.

miércoles, 28 de marzo de 2007

BERTHA MUÑOZ (Oaxaca, México)

Porque fueron miles de pies
que se echaron a caminar simultáneamente,
pies calzados con tenis,
pies calzados con zapatillas y zapatos,
pies calzados con sandalias y huaraches,
y también pies descalzos y agrietados.
Porque fueron miles de pies
marchando decididamente por las calles,
pies morenos, curtidos por la tierra,
pies blancos cubiertos de calcetas,
pies grandes, pies pequeños,
pies ásperos, pies suaves,
pies callosos con los siglos encima.
Porque fueron miles de pies
andando por el tiempo
pies de niños, de adultos,
pies de ancianos, de jóvenes,
pies de amas de casa, de empleados,
de campesinos, de indígenas,
pies de burócratas y profesionistas,
de pequeños comerciantes,
de artistas, de desempleados,
pies de maestros y estudiantes
aplanando las calles,
sonando rítmicamente en un solo clamor,
armónicamente unidos a la esperanza,
pies musicales,
los pies de un pueblo que,
en busca de un sueño,
decidió echarse a caminar.
*************
Muy dentro del corazón y la cabeza,
enterrada por siglos de abandono y sequía,
sembrada en un profundo resquicio de las almas,
aguardaba pacientemente.
Invisible dentro del espíritu de la raza
pero sembrada a una gran profundidad,
sobrevivía a siglos de olvido y temor,
echaba las raíces muy adentro,
esperando una gota de lluvia,
una lágrima, un grito,
un suspiro o tan sólo
el leve aliento de la vida.
Y recibió una tempestad de sueños,
de gritos y de risas,
de alegría y dolor
y he aquí que se despertó.
Y surgió rápidamente
extendiendo sus ramas rápidamente,
dando frutos y flores por doquiera
para alimentarnos a todos.

sábado, 24 de marzo de 2007

CATALINA PASTRANA (IGUALA, GRO. 1926-2003)


OBRAS PUBLICADAS: Remembranzas Históricas de Iguala y Apuntes de su Tradición; Foro para los Grandes Declamadores; Iguala la Trigarante; Cielo Abierto.

OBRA INÉDITA: Cuentos Barranqueños, Heredarás el Miedo, Hablemos de Alfonso y Algunos Días Incompletos.

Preámbulo de la loba

Debe quedar grabado en la conciencia.

que la justicia no es madera que crece en la montaña.

y mientras no sea semilla que se deposite en la tierra

para que el campesino la cultive,

seguirá siendo adorno en la elocuencia.

privilegio en las mentes cultivadas.

punto de apoyo en la ambición desmedida;

porque es la justicia como masa amorfa.

que cada quien ajusta a su medida.

La loba

Está cincelada en mi conciencia,

una efigie de barro humedecido,

y no en la sola conciencia de mi cuerpo

por la inútil protesta enmohecido,

sino en la recia conciencia de la idea,

en la fuerza de la razón,

y en la tibia dignidad que nos rodea.

En la efigie de una mujer,

de barro dije,

porque es la tierra la que nutre sus pesares;

es la tierra donde finca sus altares,

donde crece el débil y el más fuerte,

donde siembran la vida y cosechan la muerte.

Mientras canta el cenzontle

se trabaja la tierra;

mientras toda la flora se cubre de rocío,

la tierra se trabaja.

La yunta corta el surco cual filo de navaja

con la ilusión más santa,

que el jornal se termina,

cuando el sol ya declina

y el cenzontle no canta.

Ahí entre la huizachera y entre los matorrales,

muy cerca del encino donde la fronda oculta

la historia del nagual,

ahí vivió Nemecia,

su casita de palma tenía como chinámil

un cerco de acahual.

Fue ahí donde sus cantos arrullaron al hijo,

lo vio crecer sumiso y madurar violento,

siempre con la mirada perdida bajo el sol.

Crisanto era rebelde,

creía que era indigna la vida de su pueblo,

que era vano el esfuerzo y que era inútil su queja,

porque en la resolana siempre se confundía

su pena con la tierra y su cuerpo con las bestias.

y era peor que la bestia, más que todas las bestias,

porque dentro de su alma sangraba la protesta.

Nemecia era tan mansa como una corderita,

era enjuta y pequeña, olía siempre a campo

y a la fragancia tenue de las flores marchitas.

Era como una espiga entre flores de cactus,

y prodigaba su aroma en el sonido de su voz,

cual canto de la paloma.

Anudaba a sus trenzas la cinta de colotes

cobijando sus sueños bajo del toronjil,

cuando escuchó muy cerca el angustioso grito,

un niño la llamaba corriendo entre el calmil.

-¡Nemecia! -le decía-

Se llevan a Crisanto porque robó una vaca,

que's que’l es abigeo y te lo van a colgar.

Lo llevaron pal'cerro, -el niño repetía-,

se fueron por la joya y en el amate prieto

te lo van a colgar.

Mientras lloraba el niño. Nemecia se encrespaba

como animal salvaje a punto de atacar.

surgiendo el cambio brusco,

el cardo por el nardo. pantera por cordera.

de la ovejita mansa a la loba matrera.

Con la fuerza salvaje y transformada en fiera.

se levantó la madre,

ya no miró aquel niño

que triste suplicaba: ¡Reza Nemecia, reza!

¡Reza pa'que la Virgen te oiga, la Virgen es muy buena

y a ti te quiere mucho, porque le llevas flores

pa'que adorne su altar!

-¡No Chamol, ya no hay tiempo pal'rezo!

Nemecia ya no pensó en la Virgen, no suplicó a los santos

ni dobló las rodillas. Buscó entre los troncones

el machete de cinta y bien puesta la razón, .

y bien medida la calma, se fajó el corazón

y se fajó bien el alma.

Ni marañas ni piedras detuvieron sus pasos,

conocía bien las brechas porque sus pies enjutos

hicieron los caminos.

Y cortó esos caminos por los desfiladeros

como bestia acosada, la loba azuzada,

la garra afilada de una pantera.

Rastreando aquel monte no pensaba en nada,

olfateaba al hijo.

No pensaba en Dios que a las ciervas mansas

siempre las bendijo.

Maldijo las piedras que estorbaban sus pasos,

el charco lodoso que torció su camino;

maldijo a la mujer que parió la maldad en los hombres,

y que amamantó la mente que engendró la codicia.

Maldijo mil veces, todas las injusticias.

Olfateando cual perro de caza

no sintió fatiga ni sintió cansancio,

olvidó su sed y olvidó su hambre,

escalando el monte y pensando en su hijo.

Caminaba y dejaban sus pasos una sombra triste,

huella de martirio, huella de dolor.

huella de calvario.

Caminaba a grandes zancadas

con todo el impulso de su amor materno.

La guiaba su instinto, su rabia, su fuerza,

y el poder que lleva la madre en el alma,

como escapulario, clavado en el pecho.

Trasudando llegó hasta la loma .

frente a aquella turba que arrastraba a su hijo.

Levantó el machete y les gritó con rabia:

-¡Suéltenlo!-Y retumbó su voz entre las montañas-

¡Suéltenlo! ¡Suéltenlo! –Y golpeó en el instinto de las alimañas.

Y fue ese grito un impulso, un rugido

que fue rebotando por todas las rocas,

por todas las piedras del monte;

y se hicieron mil voces,

mil voces rugiendo.

-¡Suelten a mi hijo, perros del infierno!

¡La voz retumbaba por toda la punta del cerro,

Por todas las grietas, por todas las cuevas!

-¡Suelten a mi hijo, perros del infiemol t b ba Por toda la punta del cerro.· La voz re um a , por todas las grietas, por todas las cuevas.

¡Por esos parajes guaridas de zorras,

y por las guaridas que reptan las víboras!

¡Suéltenlo perros del demonio!

Con saltos violentos llegó a donde estaba la reata colgada,

y con el machete la partió en pedazos.

¡Malditos, mil veces malditos!

¡Malditos de cielo, de tierra y de infierno.

Poco vale pa'ustedes un hombre,

vale menos aun que los perros,

vale menos aun que las vacas.

y lo iban a'horcar por justicia,

y la justicia no está en las tinajas,

y no es nada que puedan guardar en sus arcas.

Mijo no robó la vaca, le sangró las patas,

y fue por venganza.

Ustedes humillan y estafan al peón

que trabaja por unas migajas.

Ustedes han robado muchísimo más que una vaca,

y nadie se atreve a colgados,

y nadie les sangra las patas.

Ustedes han matado toda la esperanza...

Sólo han dejado el hambre en la casa,

esa hambre que enferma y que cansa.

¡Yo soy el pueblo Elías, soy pueblo...

no me busques pleito,

no me des motivo pa'que arda la mecha

que ya está queriendo!

Guarda bien tu casa... Guarda bien tus vacas...

Y guárdate las ganas de matar a mi'jo.

porque muy adentro me punza el coraje,

y puede que me anime a encender la mecha.

¡Algo había en Nemecia...!

¡Ese amor de madre que es amor y fuerza!

Toda aquella turba se quedó muy tensa,

se quedó en silencio, sintiendo vergiienza,

frente a la mujer que estrujó sus torcidas conciencias.

Fue así que aquellos maleantes soltaron su presa

y se dispersaron...

Sólo se quedaron Crisanto y Nemecia,

la madre y el hijo.

¡Y es que Dios bendijo a las siervas mansas,

y a las lobas que llevan la garra en el alma,

también las bendijo!

YOHUALITA

¡Yohuala, hermosa estampa juncal!

¡Tienes un corazón legendario

y tu alma de chontal!

¡Por tus calles empedradas

caminó Modesta Ayala

presumiendo con donaire

sus trenzas y sus enaguas

con adornos de percal!

¡Mira que te estoy mirando

placeando por los domingos,

exponiendo tus vendimias

con la sonrisa habitual.

veo los puestos saturados de marchantes,

comprando y vendiendo en náhuatl

sus canastas y petates!

¡Cómo lucían tus fandangos

y las vueltas por el zócalo,

en esas soleadas tardes

con olor a tamarindos!

¡Te contemplo apresurada

con tu falda almidonada;

en esas tibias mañanas

caminando muy de prisa

pues las místicas campanas

te estaban llamando a misa!

¡Y te miro Yohualita

con tu enagua y tu rebozo,

contemplando a la Purísima

entre rezos y sollozos!

¡Pero si te estoy mirando

en vuelo de mariposas.

y pienso que las veo volar,

jugueteando con el frío

de las aguas cristalinas,

del viejo río de San Juan!

AGUA QUE HUELE A RESINAS

México:

en el eco de tus montañas hay fatiga,

hay cansancio en la hierba.

en el canto de las aves hay protestas,

y hay tristezas en la oscura suavidad de la espesura.

La inconformidad se siente en la llanura.

los rencores se acumulan en los cardos,

y en la oquedad de los troncos

el odio se acuclilla.

El arado se traba entre los surcos.

la mano de mi hermano va empuñada,

con los ojos clavados en la tierra

y el pensamiento metido en las entrañas.

Tienen sed de justicia sus anhelos inciertos,

tienen sed de esperanzas hasta los mismo muertos;

y la justicia comodina y ciega.

va arrastrando en hilangos la codicia.

¡Así cantan los poetas.

así van hilvanando sus ilusiones huecas!

!Yo les pido que canten suavemente.

pero que canten a los pájaros y a las flores,

que no canten para mí, que no me falta su canto.

El que hablaba era un hombre enflaquecido

con la piel enjuta hasta los huesos

y los pies partidos por el Iodo.

¡Yo no quiero -decía-, los versos del poeta,

tengo sed de justicia y de verdades!

Cuando un perro se muere por falta de tortillas,

lo arrastra la barranca,

y de esa agua que corre, se llenan las tinajas.

No tenemos farmacias.

tenemos curanderos,

que quitan los dolores

con hierbas y milagros.

Son muy grandes las tierras

y son grandes los potreros

es buena la cosecha, pero es grande la colmena.

El río se va secando igual que las resinas,

y se va secando el hambre, igual que la fatiga;

pero de mis pesares no repartimos quejas,

yo sólo tengo una; el canto del poeta.

En el tiempo del tiempo

llegan a este pueblo los hombres del Partido

alborotando gente,

quieren que todo el pueblo, en un solo estallido,

aumenten más el triunfo del hombre prometido.

Y en toda esa alegría del aplauso candente,

la tristeza se esconde, y tiene fiesta mi pueblo,

fiesta para los perros, y fiesta para mi gente.

Hoy que vuelvo a mi pueblo, encontré las promesas,

entre las mismas cosas y con las mismas quejas.

Promesas de esos hombres que no fueron cumplidas

y que se fueron quedando como cosas perdidas.

¡Nada cambió en mi pueblo!

¡Están los mismos anhelos y están los mismos quejidos!

¡El mismo sol inclemente y el mismo canto del grillo!

Encontré en el basurero el mismo olor de los cerdos,

las mismas moscas picando sobre los huesos de un perro.

Y los atajos polvosos y el cansancio del arriero

pisando con sus huaraches la tierra del hormiguero.

Que se callen por favor,

que los derechos no se cubren con palabras;

la poesía alimenta al pensamiento,

pero deja en el estómago la misma necesidad

y el mismo sufrimiento.

Me acerqué más a él y en silencio

escuché lo que decía:

Yo me fui de este pueblo cargando mis tristezas

hoy regreso a mi pueblo con las mismas pobrezas.

¡Vengo a mirar la cara a la justicia

y quiero que la justicia vea mi cara!

¡Si no fuera mujer le exigiría

que tuviera vergüenza y más hombría!

¡Yo no quiero escuchar palabras enmieladas!

¡Yo conozco una sola, una sola palabra sin poesía

que es parte de mi cuerpo y de mi sangre!

¡Una sola palabra carcomida,

y no la digas poeta ... es mi hambre!

El hombre en su cotón más flaco se veía,

con la cara ceniza y las manos vacías.

Una mueca en la risa le borró bien sus lágrimas.

y me dolió cuando dijo con humildes palabras:

Yo nací en este pueblo con casitas de palma,

muy cerca baja el río con olor a resinas.

no tenemos descanso, tenemos la capilla;

el viejo campanario se llena de gorriones

y de pocos rosarios.

También encontré cansada a la misma mujer preñada,

lavando en las mismas piedras.

Las barrancas estancadas, y dentro de esa agua puerca,

toda la sed de mi pueblo.

Hay marañas en las calles,

hay fatiga y hay tristezas,

hay rencores y protestas; pero protestas a Dios,

protestas que son sus quejas guardadas con devoción.

Al volver hoy a mi pueblo,

me encontré con esos hombres del poderoso Partido;

han traído las promesas que ya no tienen sentido.

¡Han puesto ya la tribuna sobre el tronco de un capiro.

y han colgado los papeles que siempre dicen lo mismo!

¡Escuchen... sí... están diciendo lo mismo!

¡No han cambiado las palabras que jamás he comprendido!

¡Es la misma cantaleta y siempre el mismo estribillo!

¡Por favor, díganles que se callen!

¿Alguien quiere decirles que se callen?

¡Ya no quiero escuchar palabras ejidales!

¡No quiero escuchar el ruido de ese enjambre!

¡Se me secó el entusiasmo cuando se secó mi hambre!

¡No tengo fe ni confianza,

sólo tengo mi cansancio!

¡Y mi cansancio no sirve,

y no sirven mis aplausos!

¡Alguien debe decirles que se callen!

¡No entiendo su revolución, ni soy razón de su meta!

¡Me han cansado las promesas,

y me han cansado también ...

los versos de los poetas!

CUNA DE HONOR

¡Amada bandera de mi patria!

¡Despliégate con toda libertad que ésta es tu casa!

¡Eres parte de esta tierra cálida y serena!

¡Tienes en tu color la voz de nuestra raza,

y llevas en tu esplendor sangre morena!

¡Cuna de honor Iguala se proclama!

¡A esta tierra por terruño la escogiste!

¡De la cumbre al abismo con amor se te aclama!

¡Rencor y duelo de este barro recogiste!

¡Porque no eres sólo el lienzo que en el asta ondea,

y que inflama el valor con fe impulsiva,

eres la verdad de toda una odisea,

porque flotaste en batallas decisivas!

¡Admiro el esplendor de tu belleza

y la gloria refulgente de tu ilustre nombre!

¡Admiro lo sublime de toda tu grandeza

porque forjaste el honor de cada hombre!

¡El honor de la Patria llevas sobre tu lienzo!

¡Los que han muerto por ti viven con tu victoria!

¡Flotas con altivez, mas les guardes silencio,

y la Patria a su vez, los guarda en nuestra historia!

¡Los ideales se acuñan donde se acuña un hombre!

¡Y si un hombre de ideales se convierte en tu aliado,

tendrás siempre limpia la gloria de tu nombre,

y la Patria tendrá a vanguardia un soldado!

¡Porque eres Patria lo grande y lo sagrado!

¡Es plena la libertad bajo tu cielo;

y si en cada mexicano, surge un soldado,

tendrá que luchar por nuestro suelo!

¡Despliégate con toda libertad que en esta tierra

donde el amor a la Patria se cultiva,

lucharán por ti en paz o en guerra,

para hacer una paz definitiva!

¡Elévate con toda dignidad amada mía,

que te están contemplando los nublos en el cielo,

las montañas en su lejanía.

y las aves al cambiar su vuelo!

Cuando flotas altiva con honor y victoria,

redoblan los tambores marcando tus aciertos.

mas hay algo que guardas en medio de tu gloria,

un profundo respeto por todos nuestros muertos!

¡Porque no eres sólo el lienzo de tela llamativa,

llevas en ti girones de bravura,

el ideal de mi gente, su fuerza vengativa,

su valor y su miedo, su arrojo y su amargura!

¡Cuando luces festiva con salves y destellos.

yo querría de rodillas pensar en nuestros muertos,

que cayeron por ti y se olvidaron de ellos,

y se quedaron ahí sus anhelos inciertos!

¡Flota con altivez! ¡Redoblen los tambores!

¡Un toque de silencio por los que sucumbieron,

porque ellos están en ti, están en tus colores,

tu rojo es por la sangre de los que combatieron!

¡Amada bandera de mi patria.

me ensancho en el orgullo que mi pecho siente,

de que todo este valle sea tu casa,

y de que toda mi gente, sea tu gente!

¡ Me hace vibrar la fuerza de la historia.

los ideales, los triunfos, las derrotas,

la sangre coronando a la victoria,

v la muerte deteniendo a los patriotas!

¡Despliégate con toda libertad, que ésta es tu casa!

Preámbulo de la Cruz de Sicomoro

México. quiero verte vencer a los apátridas,

salir del pútrido pantano,

de toda la corrupción y la miseria.

Quiero verte emerger como un coloso,

límpida el alma y acerado el pecho;

no quiero verte denigrado ni vencido,

saldrás flote convencido.

de que son tus raíces razas fuertes,

que no declinarán por los corruptos.

Tu sangre erupciona subversiva.

ya tus patriotas apuntalan la palabra,

no sueltes la palestra, defiéndete, no te dejes vencer;

México, no claudiques.

que el águila y el nopal están de pie.

LA CRUZ DE SICOMORO

Te he visto Cristo, expuesto entre las obras de arte,

como joya.

Te he visto entre cruces tapizadas de rubíes y de topacios;

te vi en una cruz de jade, con un brillante solitario,

que nada tenía de Ti, ni de santuario.

Te he visto colgando en gargantas tan perfectas,

que parecían talladas en marfil o en alabastro;

cuelgas como decoración en casas principescas,

donde ignoran tu crucifixión y tu calvario.

Muerto en la cruz, tu cuerpo se volvió comercio,

y olvidando tu cruz de sicomoro añoso,

te han clavado en maderas perfumadas

aquellas manos que saben del negocio;

qué importa que desconozcan tu evangelio,

si conocen muy bien al que te compra.

Siempre fuiste por suerte buen negocio,

treinta denarios y un beso por principio;

después, el comercio más grande de dos siglos,

a todas luces triplicaron los denarios,

en el arte perfecto de las cruces.

Tal vez porque arrastraste tu infortunio

por las calles de Herodes y Pilatos,

o por los golpes parricidas que te dieron,

o porque fuiste vejado y maltratado,

Cristo, tal vez por eso ...

algo tiene mi Patria de tus clavos,

algo de tu sangre y tu calvario.

Ha caído como Tú bastantes veces,

y del polvo como tú, se ha levantado.

En tu tiempo el Judas lscariote

se humilló y se envileció con los denarios:

pero los Judas Iscariotes de mi Patria,

se han fortificado, se han glorificado.

y en sus manos eruditas por la suerte,

los denarios se han multiplicado.

Mi Patria camina su calvario ...

La inflación la hundió en la profundidad del hambre;

la han endeudado hasta la última gota de petróleo;

la han llevado al desastre monetario;

y al caer en manos subversivas,

le han hundido la daga en el costado.

Tal vez por los golpes que le han dado,

algo tiene mi Patria de tus clavos.

algo de tu cruz y tu calvario ...

quizá porque fuiste vendido y traicionado,

y te quitaron la túnica y el manto;

quizá porque fuiste maniatado

y estuviste en presencia de Pilatos;

Cristo, tal vez por eso, algo tiene de Ti;

aunque en tus caídas del Monte Calvario,

Simón de Cirene te cargó la cruz;

y mi Patria lleva el mismo camino,

sangrantes los clavos, ahumante el madero,

y no veo al Cirineo que cargue tu cruz.

Mi Patria camina con sus infortunios.

yo quisiera mirarla con la altivez del triunfo,

sin que nadie le imponga problemas de otras Patrias;

pero me siento como Juan en el desierto,

sin saber a quién dirigirle mis palabras.

Yo quisiera escuchar el grito triunfal de aleluya.

que en calles y plazas gritaran: ¡Se pagó la deuda!

¡Las negras y las blancas palomas pagaron la deuda!

¡Aleluya ...! ¡Aleluya ... !

¡CitlaItépetlll...! ¡Usumacintaaaa ...!

¡Es nuestra la patriaaaa! ¡Es nuestra!

¡Mentira! Tal vez se cobren la deuda con creces,

tal vez nos dejen sin Patria!

¡Pobre Patria ... ! ¡Triste patria...!

¡Sin linderos, sin nombre y sin los destellos

de su lienzo patrio!

¿Dónde están los arrestos de nuestros patriotas?

¿Dónde está Vicente? ¿Dónde está Morelos?

¿Dónde está el guerrero que pare el desastre,

que pague la deuda, y que saque adelante una patria nueva?

En la incertidumbre el contraste agrede,

la protesta en llamas se vuelve cenizas,

y sigue las promesas del mismo sistema.

Mi Patria resiste, resiste,

mientras se levantan palacios suntuosos porcelanizados,

decorados con marfil y jade;

y muy lejos del marfil y el jade,

están las casitas de lodo y carrizo

bordeando el apancle.

Esas covachitas son todas iguales

en todos los pueblos;

iguales sus fiestas, iguales sus cantos,

la fe que los mueve es su única fuerza;

van tras las campanas a sus capillitas

que huelen a incienso.

¡Todo eso es lo nuestro!

¡Son nuestros los pueblos con sus tradiciones!

¡Son nuestros sus credos;

sus largos rebozos que cubren las trenzas!

¡Son nuestros sus rezos y nuestras sus miserias!

Todo eso es mi Patria, toda esa es mi gente,

raza de mi raza, raíces profundas de sangre y de herencia.

Y todo eso contrasta con el alto mundo,

con las caravanas que van por Europa con fandango y fiesta;

fiesta de mariachis, voces fandangueras,

estampas que mienten, que son embusteras,

porque hacen alarde de un folklore mañoso,

y porque esconden, con flores chinamperas,

la triste realidad de la chinampa.

Causan asombro los viajes por Europa,

tan lejos del águila y el nopal de Tenochtitlan.

Todo contrasta con mi Patria Cristo,

hay casuchas que se alumbran con relámpagos,

y hay relámpagos que adornan los recintos.

Palacios estratosféricos de mil millones de pesos.

Si sólo ochocientos millones, -como si fueran jacintos-

pagó el Pri por su recinto.

Entré a esa mansión, caminé por los ochocientos

millones de pesos ...

Imponente casa, imponentes ruidos de silencio,

pensé en Kafka y me sentí relincho…me sentí garra ...

me sentí rayo ... me sentí... me sentí grillo ...

¡Alí Babá jamás hubiera comprado una casa de ochocientos

millones de pesos!

¡Alí Babá era sólo un pobre bandido de una cueva.

con un pequeño grupo de ladrones ... !

Hay contrastes alevosos Cristo,

y mi Patria resiste ... resiste ...

y se agravan sus penas y se agravan sus llagas,

va subiendo el Monte Calvario ...

y van sudando sus manos y sus pies cansados ...

¡Ya sangran los clavos, ya sangra el sudario!

¡La han flagelado ... ! ¡La han martirizado ... !

¡Pero Cristo Dios, que no le carguen la cruz ...

que no la crucifiquen!

HUARACHES PARA LOS REYES

Escuché una voz en mi conciencia, como un eco,

como un grito, una voz de protestas y de quejas

que partió del infinito.

La escuchó también el ave de rapiña,

la escuchó la raposa en su guarida,

los canarios entumidos en sus nidos, y la paloma perdida.

Esa voz que escuchara mi conciencia,

era la voz de un niño;

encumbrado al filo de la montaña entre esperanzas

fallidas, entre buitres y entre lobos,

entre cardos y entre espinas.

Un niño con pies descalzos con la tierra confundido,

con las manos ateridas y con el cuerpo encogido;

tiene un cansancio de siglos,

y un mañana sin principio.

Se ha hecho eterna su fatiga,

se ha hecho eterna su paciencia;

pero tiene en su existencia las raíces del pasado,

la fe y el amor al mundo, al mundo que lo ha olvidado.

¡Y bajó Loncho la montaña y bajó la montaña con Loncho,

porque él es la montaña, la milpa, la raíz, la tierra!

¡El huele a tierra, a pasto seco, a leña verde y ahumada,

huele a resinas y a heno, huele a corteza quemada!

¡El hambre debe oler así, cuando se va consumiendo

en la humildad y en la sed!

¡Y bajó Loncho la montaña por la escalinata

de tierra agrietada extendida al sol!

Habló con el más viejo de los viejos

en una casita de palma reseca, lodo y aguasol.

¡Yo no "vide" pal'suelo, y la partí en pedazos!

¡María me pegó con todas sus ganas,

con todas su "juerzas" me pegó en los brazos!

¡Pero eso no me duelel ¡Me duelen sus lágrimas!

¡Me duelen sus ojos! ¡Me duele María ... !

¡Yo quiero a María, mucho que la quiero!

¡Pero ella me dijo que yo soy muy malo,

que nunca me fijo!

¡No quiero ser malo! ¡No quise ser malo!

¡Pero la muñeca no era de "adeveras"!

¡Era solamente una pobre cuchara de palo!

¡"Perora" voy, voy y busco a esos reyes,

a esos reyes que les dan juguetes a los niños ricos!

¡Quiero la muñeca! ¡La muñeca de las trenzas negras!

¡En nombre de todos los santos del cielo,

quiero la muñeca! jY tienen que dármela!

¡Tienen que dármela abuelo!

¡Y si no quieren cruzar por el monte,

y si no quieren cruzar por el llano,

porque tienen zapatos muy finos, zapatos dorados,

entonces, les diré de plano que a'i'stan los huaraches

que me dio tío Chano antes que muriera!

¡Y con los huaraches que crucen pal'lIano!

¡Y con los huaraches que crucen pal'monte para que yo los vea!

¡Yo no quiero juguetes pa'mí; ¡Sólo quiero juguetes

pa'ella! ¡Quiero la muñeca de las trenzas negras

que tanto desea y tanto ruega!

"Pa'mí pos'no, pa'mí nada quiero!

¡Pal'cabo soy hombre! ¡Y pal'cabo que un hombre no juega!

Y sigo escuchando esa voz, la voz de los Lonchas

que tienen sus chozas arriba del monte, muy arriba del monte;

por encima de toda justicia entre hermanos;

por encima de toda bondad;

más allá de los retorcidos derechos humanos!

Para aquel maestro rural

que saludé de paso,

el de la bella palabra

y de la mirada franca;

el que plantó un naranjo

en su casita de paja.

A LA SOMBRA DEL NARANJO

Maestro, la semilla de tu palabra,

con el deber trazado en la conciencia,

enciende las mentes que esperan

como surcos abiertos,

la mano semillera,

que deposita en las células fecundantes,

la llama de la idea,

que traza el nuevo perfil de México.

México tiene en ti un brazo fuerte,

a un hombre que construye su destino,

eres el timonel, el copiloto,

eres pastor y camino, eres peldaño y crisol.

Y sin embargo, maestro, si murieras ahora,

no doblarían por ti las campanas,

no irías a la rotonda de los hombres ilustres,

sólo tendrías la paz en tu conciencia

como el recluta que ha cumplido con la Patria.

Grandes méritos en tu haber

pasan inadvertidos,

pero tienes la satisfacción de haber servido

y de cumplir tu deber.

Conoces como el pastor, el camino y el redil,

los campos donde pastan tus ovejas.

Cuidas bien tu rebaño,

lo apartas de los barrancos y desfiladeros,

cuidas bien al cordero;

piensa en los panales desparramados de miel,

en el olor a hierba,

en el remanso de agua donde calmaste la sed.

Piensa maestro que si murieras ahora,

no doblarían por ti las campanas,

no habría guirnaldas de olivo en tu frente,

maestro, si eres sólo el soldado valiente,

que el cielo en cada hijo a la Patria le dio.

Piensa que la vida se vuelve páramo,

llanura, selva o se te vuelve rosal;

la vida se convierte en mar,

mar abierto a los conflictos,

mar de ideas subversivas que te agraden,

que te azotan con sus grandes marejadas,

que te arrancan de tu lancha y te arrojan a la playa,

que te encallan, que te anclan.

Tú has remado intensamente,

y cuando vuelvas a tu playa satisfecho de tus logros

y de tu misión cumplida,

buscarás en las miradas algún halago a tus méritos,

el reconocimiento a tu labor y a tu fatiga;

buscarás en el mar la huella de tu empeño,

la huella de tus sueños,

la sombra de tus remos ...

nada podrás mirar. .. nada en la frialdad del agua ...

Bajarás el áncora y quedará tu lancha fatigada

y tus remos cansados de remar. ..

y cuando bajes la cuesta de la vida

después de cumplir tu deber,

volverás al punto de partida,

con la jubilación en tu haber,

y el último esfuerzo en la pupila.

Para entonces te enfrentarás a tu realidad,

con un final y un comienzo y largo trecho al andar.

Te dolerán los escollos y pensarás en las fallas,

en las trampas de la traición que te atacaron de filo,

recordarás al amigo desenvainando la espada.

Pasarás los viejos días

frente a un nuevo amanecer;

meditarás a la sombra del naranjo,

de aquel viejo naranjo

que con cariño hiciste florecer.

Te admiro maestro,

porque admiro el esfuerzo satisfecho,

el respeto que le has dado a tu nombre,

se que llegarás al final.

con la férrea voluntad del hombre.

No doblarán por ti las campanas,

pero en tus remembranzas,

tus palabras estarán en la palestra

apuntalando las voces de protesta

y elevando los ideales de la Patria.

ENTRE PASCUAS Y CAMPANAS

¡Han pasado muchos años ... muchos días ...

y el pasado vuelve otra vez en unas cuantas palabras!

¡Vuelve con tu postal entre pascuas y campanas,

y me hace recordar ahora aquellos felices días

sin promesas ni mañanas ...!

¡Fue una tarde de domingo la que guardé en mis recuerdos ...

caminábamos tranquilos sin prisas y sin proyectos ...!

¡El mar borró con su oleaje las huellas de nuestros pasos

hundidos entre la arena,

borró tu sombra y mi sombra,

sólo dejó los recuerdos ... !

¡Para entonces nada nos quedaba ya,

nada de aquel sentimiento que nos hizo comprender

que éramos dos en el mundo,

tú hombre y yo mujer, fundidos en un cariño!

¿Cómo fue que te perdí? no lo sé.

De pronto no tuve ya qué decirte.

Vi el cansancio en tus ojos

y sentí en tu rostro la ausencia.

Sin embargo, seguimos en el camino,

tal vez por tu cortesía,

tal vez por tu loco empeño de ser siempre caballero,

no lo sé, pero alargamos el tiempo.

Desde luego era grata tu presencia.

¡Te admiraba!

¡Admiraba tus ideas

y la forma de proyectarte en el triunfo!

¡Sigo pensando que eras lo más adorable del mundo!

Sin embargo me cansaron tus palabras

saturadas de elocuencia!

¡Fue bello nuestro final.. !

¡Sin tristezas ni amarguras,

me miraste con ternura y cincelaste en mi conciencia

tu inolvidable figura!

¡Quise hurgar en tu silencio, pero me quedé callada,

sentí tu mano en mi pelo y en mis labios tu mirada!

¡Te alejaste lentamente y sólo me dijiste adiós

cuando estuviste distante!

¡Te vi caminar a lo largo de la calle,

como una persona más en medio de mucha gente!

¡Han pasado muchos años ... van quedando en el olvido,

pero yo sigo pensando en tus pasos arrogantes

aunque hayas envejecido!

¡El pasado se ha perdido entre las hojas del tiempo ...

hoy ha vuelto en tu postal entre pascuas y campanas ...

al contemplarlo en mis manos, siento en mi alma el vacío

que me quedó de tu ausencia ...

siempre faltó la presencia de tu grata compañía ... !

¡Ah mis viejos días incompletos

quedaron en el olvido en algún lugar del tiempo ... !

¡Tu postal habla de los ayeres sin presente y sin mañanas,

pero estoy sintiendo ahora mis ojos enrojecidos

entre pascuas y campanas!

TIEMPO DE AMAR

Nos vimos la primera vez a través de unos cristales,

se reflejó junto a mí su figura varonil.

Me miró con Insistencia, yo fingí indiferencia

y me quedé contemplando los perfumes y las sedas

a través de aquel cristal.

Al dejar aquel lugar, su cuerpo tocó mi cuerpo,

él tropezó conmigo y yo tropecé con él, no lo sé,

pero por un solo instante nos miramos a los ojos

¡Qué dulce encanto exaltó mi condición de mujer!

¡Fue muy cálido el momento, me acarició su mirada,

me hizo sentir que dejaba sus ojos dentro de mí,

pero no me dijo nada!

¡No sé si fue el poder de la atracción

de un hombre y de una mujer,

pero él y yo nos volvimos a encontrar!

¡En medio de mucha gente me miró,

vi la emoción en sus ojos reflejarse en mi emoción

anhelaba que dijera: ¡Hola! para que yo respondiera:

Te esperaba!

¡Pero nada nos dijimos ... nos guardamos las palabras.

él llevaba compañía, yo también!

Todo lo comprendí a través de su mirada,

pero cómo me dolió que no me dijera nada.

¡Una noche lo miré en la oscuridad,

era muy noche y llovía!

¡Algo me quiso decir, la gente se atravesó

y lo apartaron de mí!

¡Caminé pensando en él, en su porte, en su mirada,

fue una lástima que no me dijera nada!

¡Hubo otras ocasiones y otros encuentros triviales.

pero nunca la ocasión, nunca el momento esperado

que nos Juntara a los dos!

¡Y así fue pasando el tiempo sin que me dijera nada!

¡Fuimos perdiendo interés,

el tiempo ayuda a olvidar ... !

¡Nos volvimos a encontrar!

¡Al mirarme se detuvo como la primera vez! ..

¡Vi su porte varonil, la misma sonrisa afable

y el delicado perfil!

¡Nos vimos con emoción, sin embargo no fue igual,

nos faltaba la pasión que siempre hace estremecer

a un hombre y a una mujer, en los primeros veinte años!

¡El tenía el cabello cano, tenía la sienes plateadas,

el tiempo es cruel, le apagó los sentimientos

y entristeció su mirada!

¡Me miró con la misma cortesía y se fue!

¡Qué pena ...

nos fuimos haciendo viejos y nunca me dijo nada!

LA PAZ DEL SILENCIO

Oigo voces compulsivas

pero no me llegan dentro,

cuatro aldabones resguardan

mis momentos de silencio.

Son las verdades que vivo

dentro de mi pensamiento,

las horas que van quedando

de todos mis días incompletos.

Lapsos que voy viviendo

con dichas y con tristezas,

los instantes que se encienden

con la fuerza de mis ansias.

Son las horas en que pienso

y me proyecto en mi tiempo,

son mi casa, son mi aliento,

son el timón de mi barca.

Son horas de mis ensueños

de templanza y fortaleza,

son sentimientos que guardo

en la paz de mi silencio.

martes, 20 de marzo de 2007

DUDA

En noches como ésta,
cuando no sopla el viento,
las nubes cubren el cielo
y no brillan las estrellas,
la duda surge, inevitable,
punzante, persistente:
¿Qué duele más?
¿El saberte ausente y distante
teniéndote presente
o el tenerte ausente y distante
sabiéndote presente?

sábado, 10 de marzo de 2007

KOSTANTINO KAVAFIS

ÍTACA

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,

pide que tu camino sea largo,

rico en experiencias, en conocimiento.

A Lestrigones y a Cíclopes,

o al airado Poseidón nunca temas,

no hallarás tales seres en tu ruta

si alto es tu pensamiento y limpia

la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.

A Lestrigones y a Cíclopes,

ni al fiero Poseidón hallarás nunca,

si no los llevas dentro de tu alma,

si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.

Que numerosas sean las mañanas de verano

en que con placer, felizmente

arribes a bahías nunca vistas;

detente en los emporios de Fenicia

y adquiere hermosas mercancías,

madreperla y coral, y ámbar y ébano,

perfumes deliciosos y diversos,

cuanto puedas invierte en voluptuosos

y delicados perfumes;

visita muchas ciudades de Egipto

y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.

Llegar allí es tu meta.

Mas no apresures el viaje.

Mejor que se extienda largos años;

y en tu vejez arribes a la isla

con cuanto hayas ganado en el camino,

sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje,

sin ella el camino no hubieras emprendido,

mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, Ítaca no te engañó.

Rico en saber y en vida, como has vuelto,

comprendes ya qué significan las Ítacas.

Kostantino Kavafis 1911 (1863 –1933)

Fernando Antonio Nogueira Pessoa (1888-1935)

Fernando Pessoa es considerado el poeta de los heterónimos. Es decir, a lo largo de su vida, publicó sus obras bajo distintos nombres. Los estudiosos le llaman heterónimos, semiheterónimos y seudónimos.

Algunos afirman que su apellido, Pessoa, deviene de la palabra persona que, a su vez, se origina a partir de las máscaras del teatro.

Algunos de los nombres que utilizó a lo largo de su vida son: Cjevalier de Pas, creado a los seis años, Raphael Baldada, Alvaro de Campos, Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Antonio Mora, Viciente Guedes, Bernardo Soares, A.A.Cross, Thomas Crosse, Pantaleao, Chevalier de Pas, Charles Robert Anon, Maria Jose, Adolf Moscow yJean Seul de Méleuret.

A continuación, algunas de sus obras.

El Binomio de Newton es tan bello

como la Venus de Milo.
Lo que hay es poca gente que dé con eso.
oooo — ooooooooo — ooooooooooooooo
(El viento afuera.)

…….

Soy un cuidador de rebaños.
El rebaño son mis pensamientos
Y mis pensamientos son todos sensaciones.
Pienso con los ojos y con los oidos
Y con las manos y los pies
Y con la nariz y la boca.
Pensar una flor es verla y olerla
Y comer un fruto es saberle el sentido.
Por eso cuando en un día de calor
Me siento triste de gozarlo tanto.
Y me dejo a lo largo en la hierba,
Y cierro los ojos calientes.
Siento todo mi cuerpo dejado en la realidad,
Sé la verdad y soy feliz.

………

No me intereso por las rimas. Raras veces
Hay dos árboles iguales, uno al lado del otro.
Pienso y escribo como las flores tienen color
Pero con menos perfección a mi modo de exprimirme
Porque me falta la simplicidad divina
De ser todo solamente mi exterior.
Miro y me conmuevo,
Me conmuevo como el agua corre cuando el piso es inclinado,
Y mi poesía es natural como levantarse viento.

………

Si a veces digo que las flores sonrien
Y si dijera que los rios cantan,
No es porque yo crea que hay sonrisas en las flores
Y cantos en el correr de los ríos...
Es porque así hago sentir más a los hombres falsos
La existencia verdaderamente real de las flores y de los ríos.
Porque escribo para que ellos me lean me sacrifico a veces
A su estupidez de sentidos...
No concuerdo conmigo pero me absuelvo,
Porque sólo soy esa cosa seria, un intérprete de la Naturaleza,
Porque hay hombres que no perciben su lenguaje,
Por que ella no es lenguaje alguno.

…………..

Y hay poetas que son artistas
Y trabajan en sus versos
Como un carpintero en las tablas!...
Qué triste no saber florecer!
¡Tener que poner verso sobre verso, como quien construye un muro
Y ver si está bien, y sacar si no está!...
Cuando la única casa artística es la Tierra toda
Que varía y está siempre bien y es siempre la misma.
Pienso en esto, no como quien piensa, pero como quien respira,
Y miro hacia las flores y sonrio...
No sé si ellas me comprenden
Ni si yo las comprendo a ellas,
Pero sé que la verdad está en ellas y en mí
Y en nuestra común divinidad
De dejarnos ir y vivir por la Tierra
Y
llevar al cuello por las Estaciones contentas
Y dejar que el viento cante para adormecernos
Y no tengamos sueños en nuestro sueño(*).

………..

Hay sin duda quien ame el infinito,
Hay sin duda quien desee lo imposible,
Hay sin duda quien no quiera nada -
Tres tipos de idealistas, y ninguno de ellos:
Porque yo amo infinitamente lo finito,
Porque yo deseo imposiblemente lo posible,
Porque yo quiero todo, o un poco más, si puede ser,
O hasta si no puede ser...

viernes, 2 de marzo de 2007

EFECTO MARIPOSA 2


Cada vez que tomo el lápiz
y escribo versos
para ti,
a cientos de kilómetros
de distancia,
mi recuerdo
te toma por asalto
y un hondo suspiro
convulsiona tu pecho.

POEMA ERÓTICO (Cuando vuelvas)



POEMA ERÓTICO

Que si haré esto o lo otro,

Que si así o de otro modo.

Tanto se ha escrito de eso.

Yo no daré detalles

En público.

Sólo te digo:

Te haré el amor

Como yo lo hago,

No como no te lo han hecho

Sino como yo sí lo hago.

Serás mía como a mí me gusta

No como les gusta a otros

O como con otros te gustó.

Eso es todo.

Porque así quiero,

Simple, sencillamente,

Como se hace el amor hace tiempo,

Entre un hombre y una mujer,

Entregando todo

Y esperando todo

Y, tal vez,

Recibiendo nada.

Con pausas, sin prisas,

Sosegados, ansiosos,

Explorando

Un territorio conocido

Con todo para descubrir.

Así de simple,

Así de sencillo,

Así de profundo.

PALABRAS, PALABRAS



Siempre dije:

Benditas las palabras.

Mas cuando las palabras

Son sólo eso, palabras

¿Qué queda?

Si alguien sabe la respuesta

Decidla

O callad…

Como yo callo.


DESEOS

Mi gato maulla

Y gime,

Implora, reclama,

Busca, exige.

Su grito

Es lastimero.

La busca, la exige,

La reclama.

Y no tiene pudor:

¡Qué importa lo que digan!

Y yo pienso,

¡Quién tuviera su osadía!

¡Quién pudiera, sin recato,

Subir al tejado y aullar!

¡Maullar, ladrar, gemir,

Balar, gritar, carajo,

haciendo a un lado el temor!

jueves, 1 de marzo de 2007

POESÍA CORA


UN SALUDO DESDE GUERRERO

ORÍGENES DEL VENADO

que es también el muchacho Hatsikan o lucero del alba

Húx nu wanuiwaka mutsita.

Húx nu wanuiwaka toá-hete.

Aúx nu wanuiwaka tupix-tsaxta

Aúx nu wanuiwaka ipoá-hete.

Aúx nu wanuiwaka haukúsax-tsaxta.

Aúpu nu wanuiwaka nain-hapoa

Aú nu wanuiwaka poárete.

Aúpu wanuiwaka wawata.

Aúpu wanuiwaka tsarame.

Aú wanuiwaka kwa metsé.

Aúpu wanuiwaka taheté.

Haú wanuiwaka nain-hapoa.

Allá nació, en el monte.

Allá nació, bajo el encino.

Allá nació, entre la hierba.

Allá nació, bajo el árbol de Tepame.

Allá nació, en el mundo entero.

Allá nació, abajo, en el oriente.

Allá nació, en el poniente.

Allá nació, en el norte.

Allá nació, en el sur.

Allá nació, en el mundo inferior.

Allá nació, en el mundo entero.

EL CAMINO DEL SOL

Nuestro padre en el cielo piensa ponerse en marcha,

En marcha hacia el poniente.

Con su vara emplumada, con sus nubes,

adornará hermosamente el cielo.

Ya va bajando con su atuendo, cada vez más cerca del poniente.

Ahora viste el traje rojo oscuro,

el traje horripilante

Se adorna con todo.

Ya va a llegar allá,

se va a hundir en el agua de la vida.

Extiende nubes negras como la noche,

extiende nubes rojas oscuras.

Ya se hundió en el agua de la vida.

EN EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS, LOS DIOSES REPARTIERON DONES A TODOS LOS SERES Y LAS COSAS. A LA RAZA HUMANA NOS DIO LA PALABRA. DESDE ENTONCES, LOS POETAS NO HACEN MÁS QUE TRADUCIR EN POESÍA LA MÚSICA DEL UNIVERSO.