Lucio Cabañas ha muerto,
de luto está el campesino,
el obrero, el estudiante
y el enemigo del vicio.
-¿A qué se debe tu llanto,
dura piedra del camino?
-Es que ya no existe Lucio,
¡Lo mató el imperialismo!
Cuando me lo contaron
por boca de un fiel amigo,
sentí rabia e impotencia
¿La impotencia del caído!
Ha muerto físicamente
mas su pensamiento altivo,
su firme ideario social,
en el pueblo viven fijos.
Ha descansado el ejército,
la defensa de los ricos,
cayó en la lucha Cabañas,
mas ya hay quien tomó su sitio.
Campesino, estudiante,
obrero, pueblo sumiso,
no llores al guerrillero:
¡Ven, toma el fusil del caído!
Fue defensor de los pobres,
luchó por el oprimido
¡Descanza en paz guerrillero!
¡Trágico fue tu destino!
Vuela, pájaro asustado,
anda y dile al pueblo mío,
que mataron a Cabañas
por atacar a los ricos.
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