Si al menos
éstas mis palmas de las manos
se pudieran posar
sobre las tuyas.
Si supiera que hoy,
mañana,
o algún día
iba a volver a despertar contigo.
Todo es tan incierto,
tan dudoso,
ésta tu ausencia
de metales fríos.
Esta carencia de tus miradas,
estos mis ojos ávidos de verte.
La intranquilidad
que se interrumpe a ratos
para dejar pasar
brisas de la esperanza.
Esta fuerza del mar
con la que te amo,
que a mí misma
me deja sorprendida.
Se agitan las mareas
de este mi pensamiento
tan complejo.
Yo sólo quiero verte;
te lo digo en mil tonos,
en mil posibles voces
que cambien el sentido.
Frágil o fuerte,
desvalida o tierna,
romántica, amorosa,
con pasión o ternura.
Tengo un deseo de ti
que no tiene medidas,
que no puede decirse,
pero que sí se siente.
Hambre de oír tu voz,
de esa nuestra habitual camaradería.
Quiero verme en tus ojos
Una noche,
empaparme en la lluvia
que emanan nuestros cuerpos.
Quiero jugar contigo,
contarte cosas nuevas,
ésas que aquí sin ti
me han sucedido.
No quiero que se mueran
en mis labios,
las guardo para ti.
Las miradas que sólo
surgirán con tu aroma,
el mismo que me envuelve
en esta ausencia eterna.
Tu olor
de madrugadas inquietantes
y luego este dolor
de no tenerte cerca,
de saberte lejano injustamente.
y este tiempo de lluvias
que es tan triste,
es parecido a mí sin tu presencia.
En una calle gris,
un cielo color neutro,
un charco que refleja
una sombra sin rostro .
1 comentario:
Esta hermosa poesia m trae recuerdos muy gratos de mi juventud
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