Hoy me has entristecido
sin saber ni quererlo,
hoy tuve que reírme tontamente
para evitar la congestión del rostro.
Te he amado desde aquí,
estrella inaccesible,
afecto inalcanzable a mi manera.
Te he amado en el enigma
de un amor doloroso por callado,
al que solamente le bastó mirarte,
posarse a tu lado sin tocarte.
Siglos y siglos tiene
tu nombre en mi memoria,
compañía de mi espíritu.
Una vez más te digo,
siglos de intensidad
en cada verso escrito,
provocado por ti.
Una vez más despiertas
en mi alma la poesía
y tengo tal dolor,
que quisiera decirte
que no habrá más poemas,
pero, ¿te importa acaso?
Voy a llorar por dentro,
ahí profundamente, donde tengo este amor
que no sale a mirarte.
Melancolía tan honda
enormes, contenidas lágrimas
en torrentes.
Tú, gota de agua en mis labios
tú presencia que incita en mí las eclosiones…
¿tú tienes un amor?
Y yo como te amo,
con la fuerza del mar
siempre del mar, azul
azul e inmensamente solitario.
Yo que hoy estoy muy sola
y ya no quiero hablarte.
Ingenua que creí que eras eterno,
ilusa que juzgué
mi amor de inalterable.
Duele físicamente,
me oprime el corazón,
la cabeza,
el espíritu.
Y en esta noche
yo tengo sed de ti.
Mañana ya no será lo mismo
Mañana no pasaré mi tiempo junto al tuyo.
No vaya hablarte más,
te digo adiós ahora,
tú nunca lo sabrás,
aquí todo se rompe
y una niña dolida
que te extiende la mano
se te queda mirando triste, muy tristemente.
Hoy me has entristecido,
sin saber ni quererlo.
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