Desembocó en el mar
mi ilusión por mirarte.
Mil temas se quedaron en mi mente,
que trata de hilvanar
lo que ha pasado.
Una vez más,
semejante a la desilusión primera,
cuando en mi adolescencia
probara el sabor acre
de que mi fe en el ser,
debido a la tracción
se tambaleara.
Una vez más
después de muchos años,
he querido rogar, pedir,
llorar y conmoverte.
Una vez más,
desde aquella mi infancia
pletórica de hadas y princesas,
se presenta el dragón
y me devora.
Se me han quedado
los brazos extendidos, l
os labios secos
sin conversaciones.
La mirada cansada
de esperar tu presencia,
se llenó con un pequeño
torrente de agua tibia.
Ya nada soy en ti,
lo veo,
lo advierto,
tendré que digerir
la idea tan triste.
Quizá he sido sólo
conversación de los
días ociosos,
compañera casual,
compromiso social...
aunque mi orgullo
no quiera aceptarlo.
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