domingo, 25 de febrero de 2007

DIALÉCTICA



Tú la primavera, yo el otoño,

Tú alegre, yo triste,

Tú pesimista

Yo optimista

Y al contrario.

Tú,

la música estridente

yo,

la música tranquila.

Tú,

El impulso

Y la energía.

Yo,

La calma

Y el sosiego.

Opuestos, diferentes,

Distantes y cercanos.

No unidos y luchando,

Sino, carajo,

Luchando para unirnos.

EFECTO MARIPOSA


Cada vez que mi recuerdo
te toma por asalto
y un hondo suspiro
convulsiona tu pecho,
a cientos de kilómetros,
yo tomo el lápiz
y escribo versos
para ti.

sábado, 24 de febrero de 2007

UNA MANCHA MÁS AL TIGRE


¿Qué voy a hacer con esto?

Una tarascada más, otro arañazo.

¿Cuántos van? Perdí la cuenta.

Yo ya no soy yo,

Sino sólo arañazos.

Jirones de mí, trozos míos.

¿Por cuánto tiempo? ¿Por qué?

Pedazos de mí que recojo,

Aquí y en todas partes.

Eso soy, un vagabundo

Que se deshace, se rehace

Y que se niega a dejar de ser.

Que un día no estará aquí

Pero que siempre estará

Porque él lo quiere

Y porque algunas,

(Modestia aparte)

Lo querrán.

I STARTED THE JOKE


Pues sí y qué.

Yo empecé a jugar.

Yo comencé la broma.

Yo lancé mis redes al mar,

Yo puse la carnada,

Yo pesqué lo que pesqué.

Entonces, ahora,

¿Por qué me duele?

¿Orgullo? ¿Vanidad?

¿Coraje? ¿Temor?

El cazador ha sido cazado.

Y no, no tiene temor,

Dolor ni coraje.

Sólo está pasmado

Pero él sabe

(Ni siquiera cuándo y cómo),

Que él comenzó la broma.

Y no, no terminó llorando:

Se lo está llevando

Toditita la chingada…

viernes, 23 de febrero de 2007

ZIHUATANEJO. PLAYA MANZANILLO


AGRADEZCO A YOMAYA DE ZIHUA EL ENVÍO DE ESTA HERMOSA IMAGEN.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

A ELISA

Para que los leas con tus ojos grises,

para que los cantes con tu clara voz,

para que llenen de emoción tu pecho,

hice mis versos yo.

Para que encuentren en tu pecho asilo

y les des juventud, vida y calor,

tres cosas que yo ya no puedo darles,

hice mis versos yo.

Para hacerte gozar con mi alegría,

para que sufras tú con mi dolor,

para que sientas palpitar mi vida,

hice mis versos yo.

Para poder poner ante tus plantas

la ofrenda de mi vida y de mi amor,

con alma, sueños rotos, risas, lágrimas,

hice mis versos yo.

MARIA DEL SOCORRO SOTO


Bandido

Al subcomandante Marcos

Sólo la niebla te protege
sensual aliada de los sueños

Una pipa vuela por el mundo
flauta utópica y rebelde

Un descolorido paliacate
se acomoda en las raíces de la ceiba

Bandido:
Se que estás en las montañas
Verdes sábanas

Encender tus ojos quiero
porque has despertado a mi país
Reposar mis misterios deseo
en la selva de tu mar

Tejedora de sueños

Verbo:
tu palabra me hace libre
terca
valiente con la ele y la te como escuderos,
sensible
racional
amante
tejedora de sueños
hacedora de interrogantes
con tus signos juego
junto sílabas
conjugo todos los verbos
he cantado desde niña:
“a la víbora víbora de la mar
de la mar
mar mar mar . . . ”
para después con frenesí
buscar lo profundo en tus océanos
descifrar tus designios quiero
y cada madrugada sucumbo ante el intento

El día que se acaben las palabras
Ahí me quedo.

Amazona

Soy mujer,
porque así se acomodaron mis hormonas
Desde entonces,
una cicatriz traigo en el ombligo
y una herida se abre cada treinta días

Jugué a amamantar a mis muñecas
a volar como amazona,
igual que la gaviota levanto mi estructura curvilínea

Mis sueños de muchacha
chorrearon mes a mes mientras crecía,
la luna se colgó de mis ventanas
y cuando desnuda salí del río
fluyó el deseo
la soledad
el miedo

Los libros son ahora mis amantes
y un beso enciende las ideas

Después de nueve meses
mis caderas se abrieron
Soldadera de la vida
De las montañas azules salió una savia blanca
con la cual soñaba desde niña

Soy tierra
madre
raíz
mujer
luna nueva
pequeño instante del planeta

A veces juego
siempre sueño,
Soy transgresora de las reglas
Valentina con el rebozo de mi abuela
Al templo de mi madre cansada regreso,
entro en su cama, para sentirme en su matriz
madona

Quiero la libertad como bandera
El amor por catecismo
Una estirpe de guerreras me protege
En el manto de la luna acurruco los anhelos cada noche
Vuelvo a esa posición fetal, mi favorita
para soñar
creer
volar desnuda en el viento

Metamorfosis entra por mi entraña
¿Quién soy yo?
¿Soy yo?
¿Soy?

LINA ZERÓN

Tumbas en el Desierto

Nuestra historia es llanto de monarcas
sometida con grilletes
recuerdos ciegos mariposeando al viento
bajo el secreto mundo quemado
por aventureros.

Silenciosa la casta se levanta,
renacen las espinadas flores del nopal,
las raíces que el águila dejó con sus garras,
emplumada serpiente revestida de mar,
jaguares de voraces colmillos;
mas ahora no proviene el mal del otro lado del océano
ahora es el sueño americano el que acecha
del otro lado del río Bravo.
¿cuántas lágrimas habrá que regar para recuperar
la dignidad de una raza?

No es posible que en gusanos se convierta nuestra gente
en cenizas de sol sobre piedras grises,
tumbas en el desierto que tropiezan
para alcanzar una nueva vida.

Mi país, un gran país

Vivo en un país tan grande que todo queda lejos:
la educación,
la comida,
la vivienda.

Tan extenso es mi país
que la justicia no alcanza para todos.

domingo, 18 de febrero de 2007

MEMORIES

Caminábamos por aquella interminable vía
mientras el sol sus cálidos rayos retiraba,
la luna, esa indiscreta, lentamente llegaba
cubierta de ansias, de amores y melancolía.

Tras nosotros flotaba el amoroso azul del día
-trágicamente la rosada tarde expiraba-,
y prendido en nuestro pensamiento aún quedaba
lo dulce de esas fugitivas horas de alegría.

Luego, la pálida hermosura del paisaje
¡Qué fresco se veía lo verde del follaje!
¡Qué bello y melancólico aquel atardecer!

El sol vestía las nubes con sus áureas galas
y, el viento, parecía que llevaba entre sus alas
los cálidos suspiros de un pecho de mujer...

NOCTURNO

A través de la cálida noche de estío,
adivino tu recuerdo entre las sombras
y ahogo un lamento en el triste pecho mío.
No lo sé, pero presiento que me nombras.

Tiritando en el lejano firmamento,
los azules faros de nuestro universo
y, entre las alas de un apacible viento,
se perciben las notas de un triste verso.

De una rosa se aspira en la fragancia
el anisa infinita de un amor arcano,
y el latir de un corazón en la distancia,
se mezcla al rüido de un avión lejano.

En aquella triste noche de mi vida
alguien llegó a tocar la puerta mía,
entrad -dije con voz dolorida-,
y entró al instante: era la melancolía.

CON LA FUERZA DEL MAR

Si al menos

éstas mis palmas de las manos

se pudieran posar

sobre las tuyas.

Si supiera que hoy,

mañana,

o algún día

iba a volver a despertar contigo.

Todo es tan incierto,

tan dudoso,

ésta tu ausencia

de metales fríos.

Esta carencia de tus miradas,

estos mis ojos ávidos de verte.

La intranquilidad

que se interrumpe a ratos

para dejar pasar

brisas de la esperanza.

Esta fuerza del mar

con la que te amo,

que a mí misma

me deja sorprendida.

Se agitan las mareas

de este mi pensamiento

tan complejo.

Yo sólo quiero verte;

te lo digo en mil tonos,

en mil posibles voces

que cambien el sentido.

Frágil o fuerte,

desvalida o tierna,

romántica, amorosa,

con pasión o ternura.

Tengo un deseo de ti

que no tiene medidas,

que no puede decirse,

pero que sí se siente.

Hambre de oír tu voz,

de esa nuestra habitual camaradería.

Quiero verme en tus ojos

Una noche,

empaparme en la lluvia

que emanan nuestros cuerpos.

Quiero jugar contigo,

contarte cosas nuevas,

ésas que aquí sin ti

me han sucedido.

No quiero que se mueran

en mis labios,

las guardo para ti.

Las miradas que sólo

surgirán con tu aroma,

el mismo que me envuelve

en esta ausencia eterna.

Tu olor

de madrugadas inquietantes

y luego este dolor

de no tenerte cerca,

de saberte lejano injustamente.

y este tiempo de lluvias

que es tan triste,

es parecido a mí sin tu presencia.

En una calle gris,

un cielo color neutro,

un charco que refleja

una sombra sin rostro .

POEMA A UN CORAZÓN ENDURECIDO

Hace tiempo

que pensando en tu alma

constato que el dolor

te la hizo dura.

Tu corazón

de agua pura

se te ha tornado

de hielo.

¿Dónde está aquel

que observaba la lluvia?

¿que al calor del amor

sabía del llanto?

¿Por qué te has recubierto

de metales?

¿Porqué te has escondido de la vida?

Que en el sendero hay rocas

y hay espinas ...

no lo niego.

Que hay penas indecibles

y dolores muy hondos,

todo es cierto;

pero también hay noches azulosas

salpicadas de estrellas

y sopla el viento en los campos

en que crece la esperanza.

Hay manos nobles

y miradas dulces.

Si hay labios impostores

también hay besos tiernos;

hay sonrisas de niño

y hay poetas

y amaneceres claros

con brisas matinales.

¿Por qué entonces te cubres

con un halo violento?

Y la chispa amorosa

que en tus ojos había

está cubierta hoy de indiferencia.

Si es que hay ternura en ti

proclámala en el mismo tono

que las quejas.

No escondas el sentimiento

y profiera tu voz sólo reproches.

Vuelve a ser niño,

que no te contamine la pequeñez

de todos;

serás excepcional y serás grande

serás valiente,

fuerte,

serás feliz y humano.

Olvídate del daño que te han hecho,

que tu enemigo no logre

lo que quiso.

Vuelve a ser vulnerable

a la emoción,

no te pongas de luto

por la vida.

UNA VEZ MÁS

Desembocó en el mar

mi ilusión por mirarte.

Mil temas se quedaron en mi mente,

que trata de hilvanar

lo que ha pasado.

Una vez más,

semejante a la desilusión primera,

cuando en mi adolescencia

probara el sabor acre

de que mi fe en el ser,

debido a la tracción

se tambaleara.

Una vez más

después de muchos años,

he querido rogar, pedir,

llorar y conmoverte.

Una vez más,

desde aquella mi infancia

pletórica de hadas y princesas,

se presenta el dragón

y me devora.

Se me han quedado

los brazos extendidos, l

os labios secos

sin conversaciones.

La mirada cansada

de esperar tu presencia,

se llenó con un pequeño

torrente de agua tibia.

Ya nada soy en ti,

lo veo,

lo advierto,

tendré que digerir

la idea tan triste.

Quizá he sido sólo

conversación de los

días ociosos,

compañera casual,

compromiso social...

aunque mi orgullo

no quiera aceptarlo.

INSOMNIO

Otra noche de insomnio

se come el pensamiento.

Oscuridad pletórica

de rostros y de silencios.

La penumbra responde sin palabras

y la ciudad descansa

bajo escasas estrellas.

Insomnio combatido

con poesías o pastillas,

mientras el corazón

y su ritmo nocturno,

nos despierta o arrulla.

En la mesa de noche,

se amontonan los recuerdos

y las almohadas nos hablan

acerca de la experiencia.

Mientras algunos reposan

con sepulcros en los labios

u oleajes en las pupilas

que se cubren con los párpados,

otros pintamos ideas

o dibujamos tristezas,

fabricamos esperanzas,

o recordamos luceros

que veíamos en la infancia.

La inquietud revolotea

como ave blanca intranquila

sobre los huérfanos lechos.

Insomnio,

lago de sombras

cortinaje de tinieblas

en que la luz de una lámpara

nos alumbra una novela.

Insomnio

abismo azul y profundo

donde la imaginación

planea como una gaviota.

Y la añoranza visita

alguna que otra recámara

o sacamos del armario

imágenes olvidadas.

Hay veces

que la nostalgia

vestida en velos de niebla

viene a tomamos en brazos.

Nos aferramos de un libro,

o escribimos un poema.

Encendemos aparatos

o fumamos, o lloramos,

o esperanzas sempiternas

inundan la oscuridad,

porque el insomnio,

no siempre, nos muestra cara de pena.

DOMINGO PERNICIOSO

No me puedo explicar

¿porqué busqué el silencio?

Caigo desvanecida

por dentro de mí cuerpo.

Poema tras poema

contra mí soledad.

Detestable domingo pernicioso.

Afuera seguramente

hay seres que saludan al sol.

Yo aquí, abandonada

como Eva expulsada del Edén

trato de involucrarme en la lectura.

Vuela mi pensamiento a los que viven solos

y toman como cena,

un simple

silencioso

y solitario vaso de leche tibia.

Yo estoy aquí conmigo.

Sin el consuelo usual

de un cigarro en los dedos.

Sin miradas

sin voces.

sola con la crueldad de

de un teléfono mudo.

Las añoranzas que de mi pluma salen,

vuelan; como las aves

para descender lentas

sobre el frágil papel.

La atmósfera del cuarto

se llena de fantasmas muy antiguos.

Ellos,

a los que un día llamara compañeros.

Mientras, yo deseo hundirme

en la humedad tibia de una lágrima.

Lenta, muy lentamente

para sentir consuelo,

para luego surgir

otra vez a la vida

y pronunciar un nombre

y estrenar ilusiones.

Yo ya sé

que otra vez

volveré suspirando

para alcanzar estrellas,

para desear la entrega como caída del .agua

después de la sequía.

Por el momento,

estoy aquí rodeada

de cuatro muros grises

de angustia y soledad.

Deseosa de encontrar

una brizna dorada,

algún aroma humano,

o que algún solitario

recordara los números

de mi teléfono.

Aquí,

niebla en la niebla.

Silencio de silencios.

Una Eva expulsada del Edén,

enfrenta la poesía

contra la soledad.

HOY ME HAS ENTRISTECIDO

Hoy me has entristecido

sin saber ni quererlo,

hoy tuve que reírme tontamente

para evitar la congestión del rostro.

Te he amado desde aquí,

estrella inaccesible,

afecto inalcanzable a mi manera.

Te he amado en el enigma

de un amor doloroso por callado,

al que solamente le bastó mirarte,

posarse a tu lado sin tocarte.

Siglos y siglos tiene

tu nombre en mi memoria,

compañía de mi espíritu.

Una vez más te digo,

siglos de intensidad

en cada verso escrito,

provocado por ti.

Una vez más despiertas

en mi alma la poesía

y tengo tal dolor,

que quisiera decirte

que no habrá más poemas,

pero, ¿te importa acaso?

Voy a llorar por dentro,

ahí profundamente, donde tengo este amor

que no sale a mirarte.

Melancolía tan honda

enormes, contenidas lágrimas

en torrentes.

Tú, gota de agua en mis labios

tú presencia que incita en mí las eclosiones…

¿tú tienes un amor?

Y yo como te amo,

con la fuerza del mar

siempre del mar, azul

azul e inmensamente solitario.

Yo que hoy estoy muy sola

y ya no quiero hablarte.

Ingenua que creí que eras eterno,

ilusa que juzgué

mi amor de inalterable.

Duele físicamente,

me oprime el corazón,

la cabeza,

el espíritu.

Y en esta noche

yo tengo sed de ti.

Mañana ya no será lo mismo

Mañana no pasaré mi tiempo junto al tuyo.

No vaya hablarte más,

te digo adiós ahora,

tú nunca lo sabrás,

aquí todo se rompe

y una niña dolida

que te extiende la mano

se te queda mirando triste, muy tristemente.

Hoy me has entristecido,

sin saber ni quererlo.

A LOS TREINTA DÍAS DE AUSENCIA

Treinta días de tu ausencia,

treinta mañanas sin ti.

Tres infinitas decenas

de paisaje sin tu imagen.

Días que se van sucediendo

sin tu presencia solar,

sin el cielo de tu cuerpo,

son la sensibilidad marítima

que demuestra tu mirada.

Me pregunto

¿en dónde estás?

¿dónde estás en este instante?

¿qué haces mientras yo añorante

te evoco y reúno palabras

desde una cama en que juego

a la ilusión de tu amor?

El sol desparrama un rayo

muy tenue sobre mi mano,

que me asegura que existes;

corpúsculos luminosos,

diminutos y calientes,

que acarician mi epidermis

para llenarla de afán.

Allá en el jardín

hay flores.

Aquí en la alcoba estoy yo

con una carta en la mano

para refugiarme en ella ...

en cada trazo amoroso.

Pero, ¿en dónde anda tu ser?

¿dónde se posan tus ojos?

¿dónde colocas las manos?

¿qué es lo que dirán tus labios

¿te comunicas acaso?

o alguien te oye sin oirte.

O tal vez escuches música

o el rumor de algún oleaje

de una playa conocida (por los dos).

Nuestro mundo de hoy se agrieta.

Se parte por treinta días

y yo aquí palpo tu ausencia,

como palpo tu presencia

y me hace falta tu voz

para ser incandescente.

Quiero la fusión de cuerpos,

la reunión de nuestras pieles,

deseo romper las fronteras

y que las palabras vuelen,

para observarlas diluirse

juntas en el horizonte.

Unamos los universos

y que nada los separe;

quiero que seas realidad,

que no seas incertidumbre,

ni mi quimera o ideal.

Que profiera yo tu nombre

y que escuche una respuesta

cuando despierto en la noche

en la oscuridad doliente.

Yo te necesito cerca

para ilusionar tus días.

¡Unamos los universos

y que nada los separe!

AHÍ ESTÁS SIEMPRE TÚ

He vuelto una vez más

a la poesía por ti.

Anoche coloqué tus palabras

debajo de mi almohada,

y no me sentí sola.

Tu recuerdo, nunca ha sido impreciso

en mi existencia,

fuiste

eres

¡seguirás siendo siempre! presencia bienhechora,

compañía de mi espíritu,

contenida con fuerza y devoción

en mis manos,

en mIs ojos,

en mi olfato,

en mis impulsos

y en mi pensamiento.

Yo te contengo aquí,

profundo en lo profundo,

donde la idea del mar

que soy yo misma, habita.

Donde hay atardeceres,

Otoños y veranos que nadie puede ver.

Aquí, donde mis dedos

se tocan con los tuyos

y tu imagen se torna brillante

en mi reposo.

En el sueño,

ahí donde te busco y te persigo;

en el letargo

a veces alegre o melancólico.

Ahí estás siempre tú,

en mis raíces, en donde lloro sola

y eres entonces un símbolo perenne

de ternura, de solidaridad,

de compañía.

Y hay un deseo incansable de mirarte,

de estar presente en ti, de hablar contigo.

HORIZONTE SIN FIGURAS

HORIZONTE SIN FIGURAS

Hueco en el que está tu ausencia.

Presencia

que inunda objetos.

Piano lleno de silencios

que suspira por tus manos.

Horizonte sin figuras,

verdor que te está gritando.

Viento que dice tu nombre,

camino que ama tus pasos.

El día se va marchitando

sin que mis ojos te miren.

Sin que surjan luminosos

los deseos entre mis manos

que tienen hambre de piel,

en especial de la tuya.

Metal frío

de tus retratos.

Notas lejanas se escuchan,

están pidiendo que vengas.

Quiero que digas mi nombre

para que retorne el sol.

OTRA ORFANDAD

OTRA ORFANDAD

A ti también

Voy a dejarte huérfano.

Parece que mi vida

Se llena de orfandades.

Asombra la dureza

Con que juzgas mi vida

Tú, mi amigo infalible,

tú, mi antiguo y afectuoso compañero.

Un día te quise

quemar mirra e incienso,

enjugar tus sudores con mi pelo.

Confianza en ti

Que me aclarará el horizonte

Palabras luminosas

que sirvieron de estímulo.

Hoy camino por calles

Que proclaman tu ausencia

Y a punto estás de ser

Otro fantasma.

Quizá entierre tu estatua

Con las otras

Y de mi amor por ti

Sólo habrá ruinas.

Se empolvará tu afecto

Oyendo un Requiéscat in pace

De mi parte.

Al descubrir

tu corazón metálico

la culpa,

¿quién la tiene?

poco importa la culpa

te volviste mi juez

en tus adentros

y si perdí yo el juicio

nada queda.

Desde el banquillo

de las desilusiones,

te nombraron fiscal

las muertas lenguas

y más que tu abandono

la sentencia fatal

ha sido el constatarte

falto de humanidad,

destruir la comprensión

establecida.

Tu silueta se pierde

en el camino

que no tiene retorno;

en un adiós tan drástico

y terrible

que deja tan sólo en mí

un vacío enorme.

Voy a guardar

la mirra para siempre.

HASTA QUE VENGA LA AUSENCIA

Éste es el título del libro de donde tomé estos poemas. Su autora: Patricia Gómez Maganda.

En esta época

de poesías inútiles,

yo me refugio

una vez más

en ellas.

Me cobijo

en sus letras,

me escondo

entre sus líneas;

llorando en cada sílaba

me consuelo en su ritmo.

La causa es el dolor,

el no ser,

el abandono

y el no entender,

motor de su existencia.

Así que nuevamente me declaro poeta,

al escribir con sangre versos para la

ausencia.

En esta época

de poesías inútiles,

yo me refugio

una vez más

en ellas.

Me cobijo

en sus letras,

me escondo

entre sus líneas;

llorando en cada sílaba

me consuelo en su ritmo.

La causa es el dolor,

el no ser,

el abandono

y el no entender,

motor de su existencia.

Así que nuevamente me declaro poeta,

al escribir con sangre versos para la

ausencia.

domingo, 11 de febrero de 2007

ROQUE DALTON



Roque Dalton (1935-1975). Poeta salvadoreño. Algunas de sus obras son: La ventana en el rostro, El mar, El turno del ofendido, Los testimonios, Taberna y otros lugares, César Vallejo, ¿Revolución en la Revolución? y la crítica de la derecha y Miguel Mármol.
El título del poema siguiente está tomado de uno similar publicado en Las historias prohibidas de Pulrgarcito (Dalton decía que El Salvador es el Pulrgarcito de América).


LE NOM DE GUERRE

(A Roque Dalton, In Memorian)

Lo siento Camarada Roque,

No voy a cantar ni a enumerar

Los nombres de mis putas

Como enumeraste a las tuyas.

Tú recuerdas el Nombre de Guerra,

El apodo (el nick se dice ahora),

De todas aquellas proletarias

Dadoras de placer,

Venus del Tercer Mundo

Que llegaste a conocer.

Yo recordaré Le Nom de Guerre

De todas mis mascotas.

La Meca, El Duque, El Lazy

(Que de flojo no tenía nada),

Y, años después, el Bobby,

El Benji, el Darwin, El Yago,

El René y, ahora, El Boni.

Y, no sé si por encima,

Si antes, después,

Lo dejo así:

Mi perro callejero,

El inolvidable Luqui,

Lucas, Lucotas,

Mi Lucas Lucatero.

ACAPULCO (UNAS IMÁGENES)







NO HAY MORENA QUE SEA FEA
BAJO EL CIELO DE ACAPULCO....
Agustín Ramírez.

ACUÉRDATE DE ACAPULCO,
DE AQUELLAS NOCHES,
MARÍA BONITA, MARÍA DEL ALMA...
Agustín Lara.

Haciendo un balance de mis años en Acapulco,
si comparo lo bueno con lo malo, pues salí ganando.
Es decir, me la pase bien "agustín". A pesar de todo,
fueron mis días de vino, rosas y... mujeres (je je je).
Vagabundo

sábado, 10 de febrero de 2007

TOMADO DE OTRO BLOG

Sucedió mientras te esperaba a ti y pensaba cómo sería esperarlo a él, o a otro, a cualquier otro que no he conocido, con un escenario casi idéntico, porque yo, las bancas y las tardes, fuimos hechas para aguardar. http://tufiguraysulatido.blogspot.com

TAXCO (UNAS IMÁGENES)








"Yo soy de un pueblito chiquito y bonito
que se llama Taxco el colonial"
Raful Kráyem. Taxqueño destacado.

TAXCO EN MI CORAZÓN









TRILOGÍA POR TAXCO

Escondida entre ésta, su tierra montañosa,
cual idílica villa de tarjeta postal,
se descubre esta noble ciudad colonial
en la que el monótono tiempo, la presurosa
marcha ha detenido. Su Santa Prisca de rosa
se yergue altiva, majestuosa y sin igual
en toda la querida geografía nacional.
Y el pueblo, lleno de una devoción misteriosa,
flébil ve desfilar sus místicos encruzados
en cada Semana Santa, por los empedrados
callejones de la arcana ciudad ancestral,
que al eco de pisadas de viejos paladines
y a los claros bronces de campanas de maitines,
tranquila ve que llega el día del Juicio Final.

II

Taxco, en tu infinita religiosidad existe,
o bien el verde y amargo veneno de tu cobre,
o el ansia sencilla e ingente del cristal salobre
y la justicia inmensa que solicita el triste.
En tus ricas entrañas de pálido amatiste,
hurga afanoso el intrépido minero y, sobre
tu brava piel, la tristeza secular del pobre
ve irse en lontananza el gran tesoro que perdiste,
sustraído por garras -no manos-, extranjeras
amparadas por injustas leyes obsoletas
¡Que tan sólo propician el colonialismo!
Y ante la rapiña de esas garras usureras,
se escuchan enérgicas las voces de poetas
¡Que aman al pueblo y detestan el imperialismo!

III

Y por si con el robo infeliz de tus entrañas
no tuvieras para protestar con voz airada,
¡Viene todavía la autoridad recomendada
a imponérsete con toda clase de artimañas!
Y, mientras tanto, tus impávidas montañas
y las religiosas notas de tus campanadas,
figúraseme a veces que están confabuladas
con los oligarcas y sus lúgubres patrañas.
¿Hasta cuándo, Taxco, tus luceros cintilantes
verán que se levante el fuego de tu ira?
¿Cuándo te sacudirás el yugo con estrépito?
Cruzarán el infinito haces centelleantes
y brotarán ignotos arpegios de la lira
¡Cuando derrumbes este sistema ya decrépito!

EN EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS, LOS DIOSES REPARTIERON DONES A TODOS LOS SERES Y LAS COSAS. A LA RAZA HUMANA NOS DIO LA PALABRA. DESDE ENTONCES, LOS POETAS NO HACEN MÁS QUE TRADUCIR EN POESÍA LA MÚSICA DEL UNIVERSO.