viernes, 23 de febrero de 2007

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

A ELISA

Para que los leas con tus ojos grises,

para que los cantes con tu clara voz,

para que llenen de emoción tu pecho,

hice mis versos yo.

Para que encuentren en tu pecho asilo

y les des juventud, vida y calor,

tres cosas que yo ya no puedo darles,

hice mis versos yo.

Para hacerte gozar con mi alegría,

para que sufras tú con mi dolor,

para que sientas palpitar mi vida,

hice mis versos yo.

Para poder poner ante tus plantas

la ofrenda de mi vida y de mi amor,

con alma, sueños rotos, risas, lágrimas,

hice mis versos yo.

No hay comentarios:

EN EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS, LOS DIOSES REPARTIERON DONES A TODOS LOS SERES Y LAS COSAS. A LA RAZA HUMANA NOS DIO LA PALABRA. DESDE ENTONCES, LOS POETAS NO HACEN MÁS QUE TRADUCIR EN POESÍA LA MÚSICA DEL UNIVERSO.